Los integrantes de la banda ‘Los Caleteros’, comprometidos en la distribución y comercialización de dosis de bazuco, marihuana y coca, en Neiva, fueron condenados a penas entre 8 y 5 años de prisión. El líder y cómplices, fueron identificados por un agente encubierto. La operación contra la banda comenzó con información suministrada por una persona a las autoridades.
Rafael Rodríguez C.
La banda ‘Los Caleteros’, se dedicaba día y noche a la comercialización y distribución de sustancias alucinógenas, en un sector subnormal en el norte de Neiva. El grupo delincuencial fue desmantelado y condenado.
La actividad ilícita de la ‘empresa criminal’, conformada por seis jóvenes en el asentamiento Nueva Esperanza, en la comuna Uno, en el norte de la ciudad de Neiva, quedó al descubierto en cada una de las actividades que adelantó un agente encubierto de la Policía Metropolitana de Neiva.
La operación que permitió la desarticulación de la organización delincuencial inició el pasado lunes 6 de marzo de 2023, con la puesta en conocimiento de ésta por un ciudadano a la Policía Metropolitana de Neiva. “Una persona informó de manera descriptiva y detallada sobre la existencia de la banda delincuencial que se autodenominan ‘Los Caleteros’”, dijo el fiscal en la acusación.
Base de operaciones en el asentamiento
El organismo de seguridad en coordinación con un fiscal especializado durante varios meses adelantó el trabajo de investigación y seguimiento a la banda, logrando la individualización e identificación de los seis integrantes de la banda.
Se trata de Yeinson Cachaya Olaya, de 31 años de Edad; Duván Felipe Vela Cachaya, de 19 años de edad; José Ángelo Roldán Salcedo, de 43 años de edad; Jaime Alberto Ríos Bueno, de 28 años de edad; Denis Andrea Troncoso Torres, de 34 años de edad y Cristhian Andrés Trujillo Conde, de 33 años de edad.
“Es un grupo de personas que residía en el asentamiento Nueva Esperanza, y utilizaba este sector, para llevar a cabo actividades ilícitas, en este caso al expendio de sustancias estupefacientes en la modalidad de microtráfico en pequeñas cantidades tales como marihuana y bazuco…”, manifestó el fiscal.
Un agente encubierto fue la pieza clave de las autoridades para conocer los movimientos delictivos de la ‘empresa criminal’, además, de la incautación de sustancias estupefacientes, grabaciones y fotografías. “Cada una de las actividades fue documentada por el agente encubierto, quien tuvo contacto directo con los vinculados…”, relató el funcionario judicial.
La banda era liderada por los primos Yeinson Cachaya Olaya y Duván Felipe Vela Cachaya, quienes tenían enfocado su campo de acción a la entrada del asentamiento Nueva Esperanza. “El asentamiento lo utilizaban para el almacenamiento, dosificación y comercialización de las sustancia estupefacientes como base de coca, marihuana común y marihuana hidropónica”.
Expendedores y campaneros
El investigador, que estuvo en las ‘entrañas’ de la organización delictiva, logró establecer que Yeison, adquiría las sustancias estupefacientes y posteriormente con la colaboración de los otros integrantes de la banda delincuencial las comercializa en pequeñas cantidades.
La ‘empresa criminal’ no tenía día de la semana para descansas, todos los días sin importar la hora estaba distribuyendo o comercializando los alucinógenos. “Yeison dividía a los miembros de la banda de lunes a domingo con horarios específicos en los que cada uno de ellos podía comercializar las sustancias estupefacientes utilizando el mismo lugar y encaletar las sustancias estupefacientes”, indicó el fiscal.
Las pruebas recolectadas permitieron también establecer que los primos Yeison y Duván, además de liderar la banda, coordinaban y expendían los alucinógenos. Mientras que José Ángelo, Jaime Alberto, Denis Andrea y Cristhian Andrés, eran expendedores y campaneros.
“Estas estas personas eran las responsables de la actividad ilícita de almacenamiento, expendio y comercialización de sustancias estupefacientes, la cuales se distribuían en dosis personales a diferentes precios, dependiendo de la clase de sustancia y la cantidad, adquirida en su mayoría por los consumidores que en casi todos los eventos captados se observa que se trata de personas jóvenes”, sostuvo el delegado de la Fiscalía.
Todos son cómplices
Las pruebas técnicas y documentales recolectadas en desarrollo de la investigación, llevó a los miembros de la banda de microtráfico de estupefacientes a acercarse al fiscal de caso y ‘negociar’ la pena.
En el preacuerdo el fiscal, procesados y defensores pactaron que por la aceptación de responsabilidad y para efectos de disminuir la pena, como único beneficio para la rebaja de la pena se degrado de autor y coautor a cómplice.
La ‘negociación’ fue analizada y legalizada por el Juez Primero Penal Especializado de Neiva con Funciones de Conocimiento, quien señaló que los medios de prueba presentados demuestran su responsabilidad como autores y coautores.
“En ellos se relata y documenta como su compromiso empezó a establecerse a través de la información suministrada por personas residentes en el sector y la captura en flagrancia de las personas a quienes les habían venido con las sustancias estupefacientes constitutivas del objeto material de dicho delito, la cual configura una evidencia procesal de responsabilidad”, dijo el operador judicial.
Indicó que a través de las filmaciones del agente encubierto se documentaron muchas de las acciones ilícitas ejecutadas por estas personas. “Se confirmó su participación a través de la actividad investigativa de interceptaciones telefónicas y las diferentes fotografías, grabaciones y videos filmados en los que se observan interacciones entre los integrantes de la organización criminal por medio de las cuales se evidencia el rol delictivo que cumplía cada uno de ellos y por ende la existencia de un grupo delincuencial organizado integrado por varias personas, de la que aquellos formaban parte y que se dedicaban a la comercialización, tráfico y venta de sustancias estupefacientes o sicotrópicas”.
Sostuvo que la autoría es corroborada con la “categórica aceptación” por parte de los procesados de su responsabilidad al suscribir “de manera libre, voluntaria y consciente, con la asesoría de su defensor, el escrito de preacuerdo que realizaron con la Fiscalía General de la Nación, mediante la cual admiten realizar una declaración de culpabilidad…”.
Precisó que del análisis del contenido de los medios de prueba y evidencia física “ya convertidos en verdaderas pruebas…se extrae el mínimo probatorio suficiente para lograr desvirtuar el principio de la presunción de inocencia que lo amparaba…”.
El juez de conocimiento luego de conocer las pruebas y legalizar el preacuerdo, condenó a Yeinson Cachaya Olaya y a Duván Felipe Vela Cachaya, a las penas de prisión de 7 años y 4 meses y una multa de 2.231,9 salarios mínimos legales mensuales vigentes ($2.901.470.000) que deberán pagar a favor del Tesoro Nacional.
Los dos fueron hallados responsables como autores del delito de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas y coautores del delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Ángelo Roldán Salcedo, fue condenado a 5 años 8 meses 2 días de prisión y una de multa de 1.491,6, ($1.939.080.000) s.m.l.m.v, al ser hallado responsable de los delitos de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas y coautor del delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Mientras que Jaime Alberto Ríos Bueno y Dennis Andrea Troncoso Torres, fueron condenados a 5 años y 6 meses de prisión, y una de multa 1.490,5 ($1.937.650.000) s.m.l.m.v, como responsables de los delitos de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas, y coautores el delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
Por su parte Cristhian Andrés Trujillo Conde, fue condenado a 5 años 3 meses 8 días de prisión y una de multa de 1.489,4 ($1.936.220.000) s.m.l.m.v., como autor de concierto para delinquir para cometer delitos de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes, drogas tóxicas o sustancias sicotrópicas, y coautor del delito de tráfico, fabricación o porte de estupefacientes.
El juez ordenó la captura de Duván Felipe y José Ángelo. “No están privados físicamente de su libertad, se reitera la orden de expedir o librar las respectivas boletas de captura y una vez efectuadas estas, expedir las correspondientes boletas para legalizar su reclusión en establecimiento penitenciario y carcelario que determine el Director General del Inpec (Instituto Colombiano Penitenciario y Carcelario)”.